Tienes un montón de cosas apuntadas en tu lista de tareas pendientes, pero ¿alguna de ellas es ser feliz? Aprende a disfrutar de la vida, esta debería ser tu máxima prioridad y la de todos.
Lo creas o no, la mayoría de las personas están en la misma situación que tú. Viven en una vorágine interminable de compromisos, obligaciones y responsabilidades que no les deja espacio para lo más importante.
Si es tu caso, te parecerá imposible salir de este bucle delirante, pero -créeme- se puede. ¿Quieres saber qué es lo que me funcionó a mí? Pues, sigue leyendo.
Incorpora estos 4 consejos y aprende a disfrutar de la vida
¿Quién se hubiera imaginado algo como lo que estamos viviendo cuando nos tomamos las uvas para recibir el 2020?
Esta situación nos ha afectado a todos y lo más inteligente que podemos hacer es intentar sacar algo bueno de ella. ¿Empezamos?
Cómo vivir el presente
Para hacerlo tienes que vivir más en el hoy que en el ayer o el mañana. Es inevitable que hagas planes para el futuro y recurras a tus experiencias pasadas para solucionar cuestiones en el presente.
Confía en mí, debes concentrarte en pasar la mayor parte del tiempo aquí y ahora. Es básico para afrontar los retos que quieres encarar, superar y, sobre todo, es uno de esos cambios en tu vida básicos que te ayudarán a ser feliz y a aprender a disfrutar de la vida.
Haz ejercicios de concentración en los que focalices tu atención al máximo en lo que estás haciendo y lo que quieres hacer. No dejes que otros pensamientos del pasado o el futuro te invadan.
Puedes lograrlo con un simple planning en el que fijes el momento y delimites el tiempo que vas a dedicar a cada tarea que te plantees llevar a cabo.
Aprende a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida
¿Te ha quedado más o menos claro cómo lograr vivir en el presente? Pues, para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida es indispensable que pongas en práctica eso de vivir en el presente.
Una vez lo logres, te resultará mucho más sencillo pensar en lo que estás haciendo y encontrarás con facilidad pequeñas cosas de tu día a día con las que de veras disfrutes.
Por ejemplo: a priori conducir te puede resultar una actividad tediosa, aburrida y molesta. Pero, si vives en el presente, puedes disfrutar de esas pequeñas cosas de las que te hablaba. Como es el caso de conducir.
La idea base es que: en lugar de hacer un esfuerzo y centrarte en los aspectos negativos, puedes hacer el mismo esfuerzo en encontrar las cosas que te hacen sentir bien de esa misma tarea. Al final son dos caras de una misma moneda.
Piensa en las vistas, en cómo se desliza el coche por la carretera, lo eficiente que está siendo tu conducción o cómo ayudas al medio ambiente con ella. Solo tienes que buscar un poco para hallar placer dentro de las pequeñas cosas.
Encuentra qué es lo importante de la vida
Prestarte atención es una de las mejores cosas que puedes hacer. Así dicho puede sonar bastante egoísta, sobre todo si tienes gente a tu cargo que depende de ti. A mí me pasaba, siempre anteponía los intereses de los demás a los míos.
Pero, ¿sabes qué? Prestar atención a uno mismo es muy importante. Para que puedas dar lo mejor de ti a los demás, a las personas que más quieres, tienes que atenderte como es debido y permitirte ser feliz.
Conociéndote conseguirás valorar los aspectos de tu vida que son reales y los que de verdad importan. Concédete la importancia que mereces para poder disfrutar de la vida.
Mantén una actitud positiva ante las dificultades
Si hay algo que he aprendido en estos últimos meses, es a ver las cosas desde otro prisma y aceptar lo que viene.
Eso no significa que todo lo que ocurra, aunque sea terrible, me parezca bien. He comprendido que mi capacidad de influencia sobre lo que pasa a mi alrededor es muy reducida.
Hay muchas cosas que no puedo cambiar y ofuscarme por no poder hacerlo no tiene sentido, además cansa demasiado. Lo mejor que puedes hacer es aceptar lo que te viene y naturalizar lo que sientes cuando esto pase.
Aprender a disfrutar de la vida o, al menos, intentarlo es un camino largo que nunca acaba, siempre estamos aprendiendo.
Verás, lo verdaderamente importante no es la meta. Aunque te parezca mentira ser feliz no es el premio, sino intentarlo todos los días. Una persona disfruta de la vida recorriendo el camino no llegando al destino.
